Bran Bal; la ciudad de los Genomidos

Aquellas palabras le habían dolido... No entendía exactamente la razón por la cual le había dolido, pero lo había hecho. Le había besado y ahora... ¿Le salía con esas? Se sintió molesto de repente a pesar de que al estar tan cansado no se le notaba y solo parecía que la fiebre le había empeorado. ¿Qué se creía? ¿Qué podía hacer con él lo que le diese la gana? De eso nada, iba a enseñarle quién era él.

Se acercó lo más rápido que le permitieron sus movimientos sentandose en el regazo del mayor abrazandole mientras su rostro quedaba a escasos centimetros de la oreja de Kuja. Sonrió un poco para si para luego susurrarle con voz sensual y seductora.

-¿De verdad no te intereso, Kuja?

Le puso tenso al notarle tan cerca. Esas palabras. Cerró los ojos. Debía tomar una decisión y debía tomarla ya. Antes de que la situación se le fuese totalmente de las manos. Suspiró y le tomó de los hombros apartándole lentamente y mirando sus ojos fijamente.

-Yo soy un hombre Yitan-esperó a ver su reacción- Y solo te estoy dando una tregua, porque no quiero vencerte y que estés enfermo. Entonces no sería la victoria que yo quiero. Además...nosotros somos enemigos. Tu me odias. Ambos lo sabemos. Tu tienes a tu amigos y confías en ellos. Yo no confío en nadie, y nunca lo haré.

Sintió una especie de dolor en el pecho al oir las palabras del mayor y como un nudo se formaba en su garganta. Se sintió mal, era como si el mayor le hubiese rechazado... otra vez. Al fin y al cabo ¿No lo había rechazado ya? Cuando le sacó de allí y le envió a Gaia.

Quisó decirle que lo de que era un hombre podía ser... "Relativo" pero se mordió la lengua. Aquello no iba con su personalidad. El no quería herir a Kuja... a pesar de que ese idiota dijese que le odiaba... Ya ni sabía lo que sentía.

Se levantó con algo de dificultad de la cama andando a trompicones hacía la puerta. No lo soportaba, no quería estar allí. Le dolía, el rechazo del mayor le dolía demasiado y no era masoquista como para soportarlo.

-"Todo esto es por culpa de la fiebre, estoy delirando"-pensó para si, tratando de convencerse.

Cuando llegó a la puerta puso la mano en el pomo, apoyandose un poco en ella antes de girarlo para abrir la puerta. Ni siquera tenía ganas de rebatir lo demás que le había dicho Kuja.

Observó los movimientos de Yitan. No, no le dejaría marchar. Se levantó y le acorralo en la puerta mientras hacía que la espalda del pequeño estuviese apoyado en la puerta. Le miró....Tanto tiempo desde que no estaban juntos... Tanto tiempo desde que estaban solos y si pelear. ¿Por qué le había llevado a Gaia?... ¿Celos? ¿Envidia?...No, claro que no había sido por eso. Lo había hecho para que Yitan no tuviese que vivir lo que él había vivido. ¿Lo había protegido? Sí...¿Por qué?...No lo sabía, pero no dejaría que sus esfuerzos fueran en vano ahora.

-Te quedarás aquí hasta que estés bien-dijo serio y autoritariamente- y no aceptaré un no por respuesta.

Miró al mayor con algo de furia mal contenida. ¿Quién coño se creía que era para darle ordenes? No tenía ningún derecho sobre él. NINGUNO. Se estremeció un poco por el contacto de la madera con su espalda, a pesar de tener puesta la camisa el frío había llegado hasta su piel.

-¿Quién te crees que eres para decirme lo que tengo que hacer?-preguntó con dificultad. Frunció el ceño, ese idiota no le iba a decir lo que tenía que hacer. Trató de girarse para irse por la puerta pero lo unico que consigió fue un mareo que le hizo sujetarse a la ropa del mayor para no caerse.

Apretó los labios con rabia al mismo tiempo que apretaba la ropa de Kuja.

-Esto es frustrante...-susurró quedamente. Kuja era un estúpido ignorante... Sintió ganas de llorar pero no lo hizo, no lo haría en su presencia...

Le miró fríamente mientras aún su mano estaba sobre la puerta para que el menor no pudiese salir. Parecía que si le odiaba...esa mirada de furia....Sonrió por unos segundos tristemente. Dijera lo que le dijese...No le dejaría irse hasta que estuviese curado. La vida de Yitan era más importante para Kuja que las peleas o todas aquella trivialidades.

-Será frustrante... Pero como tu hermano mayor me harás caso mientras lo sea-le cogió del cuello de la camisa haciendo que le mirase- No te olvides que el ser perfecto soy yo, y por lo tanto un ser imperfecto como tú no puede compararse conmigo.

Gracias a que el rubio estaba débil Kuja pudo manejarlo con rapidez y tirarlo en la cama haciendo un gesto de desprecio. Que bien se le daba actuar....

Cuando le vio correr al baño le siguió, pero la puerta se le cerró en la narices. Le escuchó vomitar mientras ponía la mano en la puerta y se mordía el labio. ¿De verdad estaba destinado a no poder ayudarlo?....Se asombró al escuchar aquellas palabras sin sonido...¿Le odiaba?...Era lo que siempre había buscado ¿no? Era lo mejor, ¿no?...Entonces,¿por qué estaba llorando?......

Escuchó el ruido de la ventana y abrió la puerta de golpe viendo la vacía habitación. Miró la ventana y como llovía a mares....

-Estúpido....-susurró limpiándose las lágrimas y parando de llorar.- No dejaré que mueras...Serás rápido, pero no puedes esconderte....

Salió fuera e invocó a su Dragón juntando su frente con la de la bestia. Se miraron a los ojos y el dragón emprendió el vuelo buscando a Yitan.

Pero justo en ese momento algo envió a aquel ser lejos de Yitan. Una bola de fuego iluminaba el lugar y se abalanzaba sobre el monstruo sin compasión. Las gotas de lluvia se evaporaban e incluso unas ráfagas de aire inundaron aquel espacio. En el cielo... Un dragón de color blanco batía sus alas en el cielo, mientras que su dueño empezaba a tener un aura rojiza a su alrededor.

Mientras el hábil mago conjuraba potentes magias el Dragón descendía y le dejo en la Tierra. La bestia se colocó al lado de Yitan protegiéndole de las voraces llamas que Kuja invocaba. El monstruo se escapaba rápidamente y la furia del mayor aumentaba a cada segundo. Entonces un destello rojizo le cubrió por completo. Sí, era el trance....Aquel monstruo se vio envuelto en un mar de llamas.... En un infierno....del....cual no salió vivo...

Cuando había descartado toda su furia contra el molbol y todo aquello que estaba a su alrededor. Se percató del trance y se miró asombrado. No estaba de humor para decir que estaba bello o llenarse de elogios. Dirigió su mirada al dragón y a Yitan. Se acercó aunque en aquel estado. Se sentía poderoso....imparable...invulnerable, inmortal. Sabía perfectamente que podía acabar con la vida del rubio en segundos, y se lo proponía con la misma Terra. Pero eso no le interesaba.

Nada de eso le interesaba ahora... Cuando había visto al menor en manos de aquel molbo negro y a punto de morir ardió en rabia....sintió como su sangre corría ardientemente por sus venas. No, él nunca permitiría que otro ser matase lo que por derecho era suyo... Sí, porque Yitan le pertenecía, y siempre había sido así aunque el otro lo negase...

Acarició el rostro del menor...Se había escapado...no quería su ayuda ¿no? Al menos sabría que estaría bien con aquellos imperfectos que eran sus amigos... Al menos le cuidarían...pero,¿qué había pasado con ellos para que Yitan estuviese en Terra?...

Se mordió el labio y dejó que aquel poder se fuese por ahora... Lentamente el pelaje rojo desapareció dejándole con su ropa "normal". Dejó de llover lentamente...

Tal vez si lo dejaba en la ciudad los genomidos le cuidarían...Tal...vez así se curaría...

Lo decidió y se subió al dragón que transportaba al menor con cuidado. Cuando estuvieron sobrevolando la ciudad y descendieron,cogió al menor en brazos y lo acercó a la roca donde se habían visto. Le acomodó y le besó levemente... Acercó su boca a la oreja de este...

-Tranquilo....Solo fue un sueño....-susurró leve y lentamente.

Se dio la vuelta y su dragón alzó el vuelo desapareciendo rápidamente de la vista, claro...que una pluma de este cayó al lado del inconsciente Yitan...

Había pasado una semana desde que había visto al menor. Incluso había regresado al Pandemónium y Garland como siempre le había estado molestando y replicandole por trivialidades innecesarias. Pero, lo que más le molestaba era tener al menor todo el rato en su mente, preguntándose si estaría bien y dónde estaría.

Cada noche iba a un balcón, el de "su cuarto", y miraba aburrido los paisajes y las estrellas. Al rato el rubio cruzaba su mente. Se mordía el labio molesto y se enfadaba consigo mismo por pensar en él....pero últimamente se había dado cuenta... Siempre había pensando en él...

Suspiró...¿estaba enamorado de Yitan?....Debía ser mentira... Él era un ser perfecto....¿por qué se tenía que enamorar de un ser imperfecto?...Le odiaba... Yitan era una imitación que debía superarle. ¡Claro que tenía que odiarlo!

Pero....le amaba.....condenadamente......le amaba....

Garland le había llamado y se dirigió a la sala del trono, donde este se encontraba sentado.

-¿Qué quieres?-dijo aburrido Kuja. No quería ver a ese maldito viejo...

-Tenemos un invitado....

-¿Invitado?-Kuja se llevó la mano a la cintura y alzó la ceja incrédulo. ¿Quién demonios sería?

No prestó atención a quién habría la puerta. Supuso que sería otro de los aburridos experimentos de Garland. Como odiaba que lo intentase sustituir. Él era perfecto, no necesitaba burdas copias... Frunció el entrecejo en símbolo de desaprobación, aún sin retirar las manos de su cintura.

Iba ha continuar hablando cuando escuchó esa voz. Se congeló momentáneamente...Sintió que la sangre de sus venas se congelaron y que no podía respirar....Tras unos segundos de conmoción se dio levemente la vuelta comprobando sus sospechas... Era Yitan...

Miles de pensamientos pasaron a una velocidad de vértigo por la mente del albino(?). ¿qué demonios hacía?...¿Por qué diablos se había ido a meter a la boca del lobo...?...Todo por lo que había estado luchando estos 16 años... No había servido para nada.....

Volvió a mirar a Garland ocultando su rostro... Se sentía demasiado raro.... No permitiría que le pusiera una mano encima a Yitan...nunca...aunque tuviese que matar a su creador... No se lo permitiría nunca...definitivamente...

Observó como Garland se acercaba a Yitan...No estaba escuchando lo que decían... Solo oía el latido de su corazón acelerarse de rabia contenida a cada paso que daba el viejo. Su rostro mostraba desconcierto...Horror en parte... Le iba a tocar...Yitan iba a caer en las garras de aquel detestable ser...No podía permitirlo... Se acercó un paso alzando su mano para detenerlo... Pero empezó a oír las indirectas...

Por resumirlo.... El mundo comenzó a venirsele encima y no literalmente. Su cara mostraba un asombro mayor.... mientras las palabras entraban por sus oídos y sus ojos se abrían más.

INÚTIL...IMPERFECCIONES... Ya no me eres necesario...Realmente nunca la hiciste. Solo eras... la obra telonera antes de que empezase la verdadera función. Eres una obra imperfecta......

No....no podía ser verdad..... Las piernas le comenzaron a fallar....Su cuerpo a temblar. Comenzó a susurrar palabras levemente mientras sus manos iban lentamente y temblando hasta sus oídos.

-No puede ser.....yo....soy perfecto....-comenzó a temblar más mientras caía de rodillas al suelo repitiendo que él era perfecto que no podía ser una imitación.

Había perdido el control de su cuerpo. Esas palabras habían sido las que siempre había temido escuchar. Llloraba en silencio intentando convencerse de que el no era un simple ser imperfecto...

Kuja siguió ido llorando y tapando sus oídos. Le había dado en único punto débil que tenía, su propia existencia. Seguía sin moverse, estático. Había entrado en un estado del cual le costaría mucho salir. Estaba totalmente indefenso.

Garland empujó rápidamente a Yitan. Le había roto algunas costillas pero aún podía utilizar sus poderes. Analizó la situación. Yitan estaba en trance... Y parecía que se había puesto así por el estúpido de Kuja(*le duele llamar estúpido a su pj xD*). Se acercó rápidamente al genomido albino y le tomó del cuello poniéndolo delante del rubio.

-Si te mueves acabo con su mísera existencia-una sonrisa se dibujó en los labios de aquel viejo hombre.

Pero Garland no había tomado a Kuja en vano. Cuando tuvo la oportunidad comenzó a pegar a este, y cada vez que Yitan intentaba pegarle le hacía más daño al mayor. Le amenazaba con acabar con la vida de Kuja, y no duraría en hacerlo.

En cambio...de los labios del genomido albino no salía ni el más mísero quejido....De sus ojos perdidos salían lágrimas... No se movía...

......Kuja le miró unos segundos. Sonrió levemente.

-Ya estás a salvo....Yitan....-susurró mientras la sangre corría por su cuello. Yitan tuvo una extraña sensación...un recuerdo comenzó a vagar por la mente del rubio...
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Hace casi 16 años... En ese mismo castillo, nació el segundo Genomido al que llamaron Yitan.. Mientras que otro genomido, de 8 años... observaba al pequeño. ¿envidia?....No, no era eso lo que sentía el albino.... tenía miedo...miedo de que aquel precioso bebé tuviese que sufrir lo mismo que esta sufriendo él....No era justo... El sería el Ángel de la destrucción de Garland...Así Yitan podría vivir una vida normal...

No se lo pensó más. Cogió a Yitán y lo sacó de Terra... Se lo llevó a Gaia...Al ser un bebé hermoso alguien se encargaría de él.... Lo dejó cerca de una gran ciudad....Le daba penar tener que abandonarlo...pero le sonreiría... Él debía ser feliz por ambos...

-Ya estás a salvo....Yitán....-le besó la frente y le dejó....mientras él volvió a Terra....Ahí comenzaba el primer acto...
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Pero ahora habían pasado varios años....y Kuja no sonreiría...más bien se desangraba lentamente...

Volvió a la realidad cuando Yitan le preguntó si estaba bien...¿qué demonios había pasado?...Miró lentamente a su alrededor...Ese era...¿Garland?......Estaba...¿muerto?...Miró al rubio y le vio cubierto de sangre...¿Le había matado él?...Eso no importaba...Observó que sus heridas no eran muy graves y suspiró de alivio.

-Sí.....¿Qué demonios?....-se le quedó mirando-...¿Estás bien?....-se le escapó mientras se levantaba con algo de dificultad.

Cuando se dio cuenta ya lo había dicho, pero no se arrepentía de ello en absoluto. Tomó la mano de Yitan acercándolo y abrazándole. Tenía ganas de decirle.. Bienvenido a casa...pero era algo que su orgullo no le permitiría en absoluto.