Se encontraba en la superficie plana más alta del castillo contemplando las estrellas pues ya era de noche. Miró la luna con especial interés y suspiró pesadamente. Habían pasado tantas cosas. Se había colocado su armadura de caballero oscuro para salir de allí aunque ahora tenía el casco quitado, rodandolo entre sus manos. Suspiró una vez más antes de volver a colocarselo.
Se recostó sobre la fría piedra sin sentir esto ya que tenía puesta su armadura. Siguió observando el firmamento hasta que acabó quedandose dormido. Aunque tenía cerca su arma por si acaso. Después de todo el era el capitán...